Luego de 190 días y casi 15.000 kilómetros recorridos, el dispositivo que portaba esta madre dejó de transmitir el 3 de abril de 2020. Paciencia continuaba alimentándose en el mismo sector altamente productivo de la plataforma continental frente a Chubut. Otra hembra con cría, Cebollita, también permaneció en el área por más de dos meses. Quizás ambas madres pasen allí más tiempo antes de regresar a los golfos de Valdés para destetar a sus crías…

Trasladándose ahora lentamente hacia el suroeste, Paciencia y su cría se alimentan en el mismo sector de la plataforma que la semana anterior. En años previos, algunas madres equipadas con transmisores que miden profundidad de buceo realizaron inmersiones hasta los 40 metros durante unos 5 minutos en esta misma zona, aunque algunas se aventuraron hasta los 150 metros.

Luego de recorrer un sector del talud continental, Paciencia y su cría, se desviaron hacia el noroeste llegando a la misma zona de plataforma en la que se encuentra Cebollita desde hace meses. Estas dos madres con cría están actualmente separadas por unos 40 kilómetros.

Al igual que Afuerita y los dos individuos solitarios que aún seguimos, Paciencia comenzó a desplazarse hacia el norte esta semana. Corriente de Malvinas a favor, madre y cría remontan el talud continental explorando el área conocida como Agujero Azul, frente al Golfo San Jorge.

Luego de una breve estadía en un sector de la plataforma cercana al talud, Paciencia y su cría se desplazaron hacia el sur hasta encontrar otro parche de alimento a la latitud del extremo sur del Golfo San Jorge y a más de 300 kilómetros del continente.

Paciencia y Aconcagua, su cría morfo gris, encontraron alimento en la plataforma continental próxima al talud y a la latitud del norte del Golfo San Jorge.

Luego de cruzar el talud continental, Paciencia regresó a las aguas menos profundas de la plataforma continental donde otra madre (Cebollita) se encuentra alimentándose desde hace varias semanas.

Paciencia y su cría navegaron hacia el oeste durante toda la semana, recorriendo casi 900 kilómetros. Se encuentran ahora en el borde del talud continental frente al Golfo San Jorge. En este sector, denominado Agujero Azul, se registra una intensa actividad pesquera centrada en la captura del calamar Illex.

Paciencia y Aconcagua llevaban un mes concentradas en el mismo sector de la cuenca oceánica. En estos últimos días comenzaron a movilizarse hacia el oeste.

Siempre concentradas en el mismo sector, Paciencia y su cría se alimentan desde hace más de 27 días en un “eddy” o remolino marino de la cuenca oceánica.

Al igual que la semana anterior, Paciencia y su cría continuaron aprovechando la abundancia de presas que les provee el remolino marino ciclónico que se registra unos 1.000 kilómetros al este de la Península Valdés.

Paciencia y su cría se encuentran en un sector de aguas profundas donde las imágenes satelitales muestran la presencia de un “eddy” ciclónico (corriente de agua que gira en sentido horario). Al contrario de los remolinos marinos anticiclónicos, como el que está usando Diana para alimentarse, los eddies ciclónicos suben nutrientes de las profundidades del océano al centro del remolino, concentrando el plancton y los pequeños crustáceos que sirven de alimento para las ballenas.

Paciencia y su cría describieron un pequeño círculo en sentido antihorario justo en la zona donde los parámetros oceanográficos actuales indican la presencia de un eddy o remolino marino en aguas de la cuenca oceánica frente a Valdés.

Paciencia permaneció unos días alimentándose en la zona a la que arribó con Aconcagua la semana anterior. Ahora madre y cría se trasladan hacia el este, siempre en la misma latitud.

Durante esta semana Paciencia y su cría Aconcagua se trasladaron unos 250 kilómetros hacia el norte. Actualmente se encuentran a unos 500 kilómetros al sureste de Mar del Plata. ¿Seguirán navegando con este rumbo? Si fuese así, alcanzarían las aguas poco profundas de la plataforma y luego la desembocadura del Río de La Plata.

Luego de su giro anti-horario, Paciencia y Aconcagua hicieron un giro en sentido horario. Tal vez están usando, al igual que Afuerita, estos remolinos oceánicos para encontrar una fuente de alimento.

Paciencia y su cría recorren el mismo sector de aguas profundas luego de un giro en sentido anti-horario que las ubica un poco más al norte de donde se encontraban 10 días atrás. Esta zona, de gran extensión, es probablemente muy rica en alimento y aprovechada por las ballenas patagónicas que reproducen en el área de Valdés.

Parece que Paciencia encontró un buen sector de la cuenca oceánica con alimento, ya que en esta última semana esta madre y su cría (Aconcagua) permanecieron en un área reducida. No lejos de Paciencia, se encuentran hoy Afuerita y su cría.

Luego de casi dos meses en las aguas protegidas del Golfo Nuevo, Paciencia y Aconcagua (“centinela blanco” en quechua) partieron el 17 de noviembre. Han navegado 430 kilómetros hacia el sureste y desde hace cuatro días se dirigen al este, sumando 455 kilómetros más a su recorrido.

Paciencia y Aconcagua, como se ha bautizado a su cría, pasaron del área norte de la boca del golfo a la costa sur próxima a Punta Ninfas. Hicieron su primera incursión al mar abierto y de allí regresaron al centro del Golfo Nuevo. En estos días se encuentran cerca de Morro Nuevo, aún dentro de las aguas protegidas del golfo.

Paciencia y su cría, un macho según pudo constatar el equipo de seguimiento, siguen dando vueltas por el Golfo Nuevo. De la costa sur al norte, hacia las proximidades del Istmo Ameghino, para moverse luego hacia el este. A la fecha se encuentran en el área de Punta Cormoranes.

Permaneció toda la semana recorriendo el Golfo Nuevo. Hace dos días atrás fue avistada por el equipo de seguimiento. Paciencia, como madre precavida, no permitió que su curiosa cría se acercara demasiado al bote. Hoy se encuentran cerca de Punta Conscripto, en la costa sur del golfo.

Permanece con su cría en el Golfo Nuevo. Del área de Pirámides y Punta Cormoranes, a la costa sur y de allí a zonas profundas del golfo donde las ballenas realizan inmersiones prolongadas y profundas, quizás alimentándose. Mientras la madre realiza estas inmersiones la cría permanece en superficie esperándola.

Desde la colocación del dispositivo satelital el 26 de septiembre esta madre con su cría ha permanecido cerca de la costa norte del Golfo Nuevo, entre Puerto Pirámides y Puerto Madryn. Esta zona fue declarada área protegida durante la década de los 90, con restricciones a la navegación en los meses de presencia de ballenas  para evitar colisiones y molestias a las madres que hacia fines del invierno y primavera están amamantando a sus crías.